7 DÍA: TENGO DERECHO A TENER UNA VIDA ABUNDANTE Y PROSPERA

Claro que tienes derecho.

Y quien dice lo contrario.

Además hay Una ley Universal que dice:

EXISTE PARA TODO SER HUMANO

EL PRINCIPIO DE LA CORRESPONDENCIA.

Que quiere decir eso:

Que por ley divina te corresponde y te mereces todo la abundancia que necesites para tu vida aquí en la tierra.

Y como te explique en la primera lección:

Cuando nacemos, lo traemos todo.

Y yo te añado que a medida que vamos creciendo vamos perdiéndolo todo.

Y vamos adquiriendo otras cosas que no necesitamos.

Así que toma conciencia que por derecho Universal.

Esta vida para ti ha de ser abundante y prospera.

Entonces tu olla de la abundancia no debería estar vacía?

Te explicare una historia;

Un día una anciana llego a una ciudad y empezó a buscar un sitio para dormir por la noche.

Cada puerta que picaba se le cerraba.

Hasta que llego a una humilde choza y se le ocurrió pedir un vaso de agua para calmar su cansancio.

Allí encontró una familia muy pobre y les pidió un poco de agua.

La gente bondadosa, le saco una jarra de agua, con un vaso para que se pudiera servir lo que quisiera. Y además un trozo de pan.

Y la señora le la casa, dijo: “Señora, sírvase el agua que necesite, no podemos servirle comida nada más que un trozo de pan, pero de agua sírvase la que guste.”

La anciana,  comió y bebió y después se marchó y dejando  olvidado su pequeño zurrón.

El pequeño de la casa salió corriendo para darle el zurrón a la anciana y ya no la encontró.

Cuando entro a la casa con el zurrón, se le cayó al suelo su contenido un gran puñado de monedas de oro.  Con una anotación, en un papel bien doblado.

El papel decía:

De nada sirve colocar un vaso bajo una cascada si no se are el grifo antes.

La prosperidad es una corriente caudalosa que fluye por doquier, sólo es preciso estar abierto a ella.

La vida está llena de bienes potenciales, pero falta la buena tierra para que germinen.

El problema somos nosotros, nuestras miserias, nuestra mezquindad, nuestra avaricia, nuestra inseguridad, nuestro miedo que nos hace vivir contraídos, cerrados al influjo benéfico de los efluvios universales.

Todo lo que vive, prospera, excepto el hombre que se aferra a lo pequeño y así no puede asir lo grande.

El secreto de la prosperidad es muy simple: BASTA CON ABRIRSE Y DAR.

Tal actitud propicia la entrada de la fortuna en nuestras vidas.

Hay una ley universal que establece que lo que recibimos está en proporción directa a lo que damos.

¡Da!. ¡Da!. ¡Da!.

Tu vida se transformará en un fecundo vergel donde todos los bienes crecerán de forma feraz.

Hay que ejercitar la generosidad de hecho.

Te propongo para mañana que empieces a dar, si quieres recibir la abundancia.

Que tengas un feliz y abundante día.

Recibe mi energía de amor.

Tu terapeuta del Alma.

M.Jesús

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